– La disciplina de poner a tu pareja primero: ¡No se trata de ti! Pon los sentimientos y necesidades de tu pareja primero. Cuando sientes dolor te centras en ti mismo.
– La disciplina de amar sin importar qué: El poder del Amor y la alabanza. Retener lo que puedes dar es la verdadera fuente del dolor, cuando amas de verdad, amas a pesar del dolor, la alegría, el miedo. El amor lo penetra todo.
– La disciplina de ser uno mismo: Emanar y expresar tu esencia natural y verdadero ser.
No puedes alinearte con alguien si no estás siendo tú mismo o si estás tratando de ser lo que crees que ellos quieren. Tienes ¡decir la verdad! Aparentar nunca sirve.
– La disciplina de la intención positiva: Eliminar las amenazas y Juzgar. Recordar el poder de la palabra. Nunca hagas sentir mal a tu pareja intencionalmente. Conoce su alma.
– La disciplina de la libertad (el poder de perdonar): El dolor sólo puede encontrarse en las penas de ayer o en las preocupaciones de mañana. Inúndate ahora con la belleza del presente!
– La disciplina de la intimidad diaria: Compromiso total, abre tu corazón y no retengas
nada. Juega salvaje, valiente, tierna e intensamente. El miedo y el dolor aprisiona el
corazón. Haz lo contrario de lo que estos te dictan y la pasión se volverá a encender. –
– La disciplina de la polaridad (el poder de las energías danzantes): Siente, comprende y aprecia lo que tu pareja necesita y servirle ahora. Sé su montaña. La presencia es un estado donde nada te estremece. Sé su alegría. La alegría es el regalo de vida.
– La disciplina de amar la verdad: (el poder de la vulnerabilidad) Ofrezca el regalo de la sincera honestidad y comprométase a expresar abiertamente desde este momento.
– La disciplina de utilizar lo presente: (el poder del significado superior y crecimiento constante) Encuentra el bien y la belleza en todo y úsalo para expandirte tu amor.
– La disciplina de la gratitud y del dar: (El poder de la apreciación) Experimenta las mayores bendiciones de la vida ahora.
-Aplica todas las disciplinas antes mencionadas.
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